

PABLO SOROZÁBAL MARIEZCURRENA (1897-1998)
Nace en San Sebastián el 18 de septiembre de 1897 en el seno de una familia humilde.
Su primer contacto con la música se produjo, como él mismo declaró en varias ocasiones, por casualidad. Cuando contaba con 7 u 8 años de edad, mientras jugaba por la Parte Vieja donostiarra con unos amigos, un grupo de niños «bien» que hacían cola ante la puerta de lo que en aquella época era la sede de la Sociedad Bascongada de Amigos del Pais llamó su atención. Por curiosidad se unieron al grupo y el pequeño Pablo, junto con su hermano y algunos amigos, terminaron matriculándose en las clases de solfeo que allí se impartían.
Al cabo de los años entró a formar parte del Orfeón Donostiarra, agrupación que tiempo después llegaría a dirigir, como sustituto de D. Secundino Esnaola a la muerte de este.
Como instrumentista, estudió violín y en 1914, a la edad de 16 años ingresó en la orquesta del Gran Casino de San Sebastián bajo la batuta de D. Alfredo de Larrocha, que además era su maestro.
Fue integrante de la orquesta del Casino durante 5 años, siendo esta etapa una de las bases más sólidas e importantes de la formación del joven músico. Durante esta época compuso su primera obra de envergadura, su Cuarteto de Cuerda en Fa. Esta obra, junto con otro cuarteto anterior, que desgraciadamente ya no se conserva, llevaron a D. Alfredo de Larrocha a recomendar a Sorozábal para asistir a las clases de composición de Beltrán Pagola.
Tras abandonar la orquesta del casino, desempeñó otros trabajos, siempre como músico. Fue pianista del café del Norte y violinista en uno de los primeros cabarets de España, el Maxim, ubicado en los bajos del Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. Aquí fue donde tuvo su primer contacto con la música de jazz, que ya empezaba a sonar en la España de la época.
Tras cumplir un mes de servicio militar en 1919, se trasladó a Madrid donde se incorporó a la Orquesta Filarmónica. Al mismo tiempo tocó con un trío en el Café Comercial en la Glorieta de Bilbao. Como compositor, fue durante esta primera etapa en Madrid, cuando escribió su Capricho Español.